“La comida entra por los ojos”. Los aditivos son los ayudantes para que esta frase se haga efectiva.
Mas de un tercio de los productos que consumimos lo contienen, aporta el color que a veces los alimentos pierden durante su cocción, o para añadirles mas colores llamativos, para que sean mas apetecibles.
Es dudosa la utilidad del grupo de colorantes, pues no aportan ni conservación ni calidad higiénica.
Se estima que la urticaria crónica en una mayoría de los casos es causada por una reacción alérgica a algún aditivo, y en el caso de los niños es aun peor y mayor. Algunos de los síntomas son dermatitis de contacto, prurito, asma, eczema atópico, rinitis, hinchazón de la piel y las mucosas, y en personas muy débiles, anafilaxia, que puede causar la muerte.
Normalmente estas reacciones se producen por un consumo excesivo o personas muy debilitadas. Pero suele ser menos frecuente que las alergias a la proteína de la leche de vaca, al huevo, al pescado o los mariscos.
Los aditivos mas comunes son:
Tartracina E102, amarillo de quinoleína E104, amarillo anaranjado S o amarillo ocaso FCF E110, rojo cochinilla A E124, azorrubina o carminosina E122, rojo allura AC E129 y azul patente V E131.
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