La alcachofa

La alcachofa, es muy nutritiva y posee multitud de beneficios para la salud, es depurativa y digestiva.

Su gran cualidad es la capacidad de regenerar las células del hígado, por eso está muy recomendada para personas que tienen patologías varias de éste órgano, ya que, puede favorecer su mejora.

Pero todo el mundo sabe que la alcachofa sabe o tiene un sabor horrible, ésto pasa cuando compramos alcachofas no tan frescas, o su método de cocción no es el adecuado, además, cuando empiezan a oxidarse (cambiar el color a mas oscuro), adquieren ese sabor poco deseado, a continuación te damos unos consejos prácticos:

-En el mercado habrá que elegir los bulbos que estén bien cerrados, pesados, que al apretarlas un poco, suenen como el pan acabado de sacar del horno, crujientes.

-Para que no se oxide, habrá que tener el agua, con sal y limón o vinagre hirviendo, antes de empezar a limpiar las alcachofas, y recuerda no tapar la olla donde las cueces.

-Puedes optar por consumirlas el día que las cueces o congelarlas ( no aconsejo guardarlas en el frigorífico, ya que, toman un mal sabor), para éste último método, te aconsejo que les den un blanqueado como decimos en términos culinarios ( Cocer pero solo 1 minuto aproximadamente), en éste caso, si le diéramos solo 1 minuto, se nos oxidaría, entonces optaremos por cocerlas entre 3 y 5 y las guardaremos en unas bolsas transparentes en el congelador.

-La cocción total de la alcachofa ronda los 8 min., con su posterior enfriado en agua y hielo o agua fría, no debemos sobrepasarnos en el tiempo de cocción, ni olvidar el enfriado, porque es cuando adquiere ese mal sabor y su aspecto y consistencia no es el deseado ni agradable.

-Podemos utilizar nuestras alcachofas en ensaladas, cremas, guarniciones para pescados, pastas, incluyendo las pizzas.