Los hidratos de carbono que contienen las lentejas son complejos (de absorción lenta), por lo que la glucosa pasa a la sangre de forma progresiva sin originar picos de glucemia, propiedad que resulta particularmente beneficiosa para las personas diabéticas. Además, por su interesante contenido en fibra, proporcionan un poder saciante elevado, que contribuye a que la absorción de los hidratos de carbono sea todavía más lenta y mejora el tránsito intestinal.
A la fibra y a ciertos oligosacáridos indigeribles del interior del grano, se les atribuye la propiedad de provocar meteorismo o flatulencia, circunstancia molesta para muchas personas que han de limitar su consumo. Se reducen las molestias si se toman en puré y pasadas por el chino (para quitarles la piel) o mezcladas con verduras o patata para que resulten más suaves.
También se pueden añadir condimentos carminativos (hinojo…) que facilitan la digestión de estos alimentos.
Está muy extendido el dicho de que las lentejas son muy ricas en hierro, sin embargo, se trata de hierro no hemo, de difícil absorción por el organismo. Para mejorar el aprovechamiento de este mineral se deben acompañar las lentejas de alimentos ricos en vitamina C, que multiplica su absorción. Por ejemplo: ensalada con tomate, lentejas con pimientos y otras verduras y de postre una fruta rica en este vitamina como cítricos, kiwi, fresas, melón, etc.
Las lentejas como cualquier legumbre no tienen por qué engordar ni se deben excluir en una dieta de adelgazamiento si se mide la cantidad que se consume y se cocinan de manera ligera (estofadas con verduras, en ensalada, etc.). Así se pueden preparar platos nutritivos, poco calóricos y muy sabrosos.
Además son muy pobres en lípidos o grasas, con lo que contribuyen a regular los niveles de colesterol en sangre, siempre y cuando se combinen con cereales y verduras. De esta manera, conseguiremos un aporte proteico completo, como el que nos proporcionan los productos cárnicos, con la ventaja de que éstas no contienen las grasas saturadas ni el colesterol propio de los alimentos de origen animal.
Las lentejas comercializadas en conserva tienen la particularidad de llevar añadida sal como conservante, que se puede eliminar si se aclaran antes de consumirlas. Sin embargo, las que ya están condimentadas, por lo general son platos grasos y ricos en sodio, ya que normalmente se utlizan ingrendientes de origen animal (chorizo, morcilla, tocino, etc.) en su cocinado.
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jueves, 20 de mayo de 2010
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Ventajas e inconvenientes de las lentejas
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que alimentos ayudan a limpiar las arterias de la grasa
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